lunes, 21 de junio de 2010

Pica .

Llegamos con calor y hambre a Pica.
Afuera los abrigos, camisetas y zapatos.
De chalitas y bermudas fuimos a almorzar empanadas Piqueñas.
Luego de compras a los puestecitos de mangos, guayabas, limón de pica y quinoa que nos llevaron flotando por los aires hacia ellos, como con enamoramiento de nariz con tan deliciosos perfumes y sabores dispuestos.
Pica está silenciosa, tranquila como el oásis en el desierto que es.
Sucede un atardecer naranjo y hermoso, de esos que vienen cargados de pura magia y que están como detenidos en el tiempo, en el espacio.
Hoy es nuestro último concierto.
Nostalgia.










No hay comentarios:

Publicar un comentario